domingo, 10 de julio de 2016

VERANO CON NIÑOS: DISFRUTAR O SOBREVIVIR (SEMANA 1)


VERANO CON NIÑOS: DISFRUTAR O SOBREVIVIR

¡Bienvenidos al laboratorio de verano!

A lo largo de estas semanas vamos a intentar daros ideas de actividades para hacer con niños de 3 a 6 años (o incluso alguno más).

Si eres papá o mamá de uno o varios niños en cursos de educación infantil o primer ciclo de primaria, seguidnos. Os daremos ideas (entre baño y baño) para que podáis no sólo fomentar el aprendizaje y la creatividad de vuestros niños (que eso ya lo traen de serie) sino además aprender de ellos. El verano es largo y, a veces, nos encontramos más sobreviviendo que disfrutándolo.

Nos preocupamos mucho de enseñarles y no abrimos bien los ojos para ver todo lo que tienen que enseñarnos ellos a nosotros.

La mayoría de las ideas que vais a ver en este blog forman parte de un cuaderno de verano que hemos creado para nuestro hijo mayor Nicolás (6 años), otras son parte de la creatividad e ingenio de los propios niños y otras ni si quiera sabemos aún de dónde van a salir.

Así que,  allá vamos…

SEMANA 1.

1.      Ilustra tu cuento: los pequeños Martín y Julia (3 años) han ilustrado su primer cuento. Es sencillo de hacer. Una historia corta y fácil (la nuestra es sobre unos palitos) en la que repasar verticales, horizontales, círculo y trazo libre.
 
 

 
2.      Lectura conjunta: Nicolás (6 años) ha leído uno de los cuentos de su cuaderno de verano que trataba el tema de la amistad y la alegría. Hacerlo en lectura conjunta (un trozo tú, uno yo) sólo ha tenido ventajas: no se cansa, imita la entonación, pasa un rato exclusivo con mamá con sus hermanos de espectadores y hasta intenta poner voces a los personajes.

3.      Inventores de historias: se trata de inventar un cuento nuevo pero con los mismos personajes del que hemos leído (¡ojo! no se nos puede olvidar ninguno y no puede parecerse en nada a la historia leída). Pueden participar de todas las edades. Lo difícil es ponerse de acuerdo.

 
4.      ¿Y a ti te ha pasado? Se trata de localizar una emoción en el cuento (en nuestro caso esta primera semana fue la alegría) y decir o escribir cuatro cosas que te hagan sentir así. Con las emociones básicas pueden participar también los de 3 años.

Primer aprendizaje del verano: de las 4 cosas que Nicolás dijo que le hacían feliz sólo una hizo referencia a algo material (entiendo que si el yayo nos ha puesto una piscina para nosotros solos es digno de mención). Todo lo demás hizo referencia a estar con las personas que quiere o a logros personales (hacerse dos largos seguidos el segundo día de piscina sin haber recibido ni una clase de natación también tiene su mérito). Touché.

5.      ¿Qué ocurre si mezclamos agua y sal en un plato y los dejamos al sol? Pues todavía no lo sabemos, pero en cuanto lo sepamos os lo contamos. Tan fácil como eso. Y después a anotar conclusiones.


6.      Pintamos en la pizarra: los pequeños disfrutan mucho de ratitos pintando con tizas.
 

7.      Inventamos un animal mezclado inspirado en el cuento que hemos leído. Lo dibujamos y le ponemos un nombre bien original.
 

8.      Aprendizaje extra: en un arrebato de ira (ya  ni me acuerdo motivado por qué), Nicolás lanza sus gafas de bucear. Las gafas se rompen.

El primer plan que se nos ocurre es “perfecto, lanzas tus gafas - son tu responsabilidad - se rompen – ya no hay gafas”. El primer plan parece genial… si no fuera por el pequeño detalle de que Nicolás tiene los ojos muuuuuuuy delicados y necesita gafas para la piscina. Así que lo que parecía un plan de libro de “acción – consecuencia lógica” se nos va al garete.

Como en la vida siempre hay que tener un plan b (c, d y lo que surja) hacemos un cambio de perspectiva y lo utilizamos para reflexionar con él: ¿Qué ha ocurrido?¿De dónde salía la ira?¿Qué les pasó a las gafas?¿Qué hemos aprendido?(Nicolás dijo “que la ira rompe cosas”)¿Qué haremos la próxima vez?

Quizá transformando las gafas en un símbolo, hemos podido anclarlo a la idea de “si la ira me lleva a arrojar cosas, romperé cosas”. Para tener 6 años no es un mal aprendizaje. Si ya lo unimos a “si la ira me lleva  a arrojar cosas o palabras feas, romperé cosas o dañaré a personas”. Primer aprendizaje extra del verano (para él y para mí, me aplico el cuento).

De esta semana me quedo con esto y con alguna pequeña cosa más: Martín lanzándose a la piscina desde el bordillo con sus manguitos, Julia dejando el churro (sólo nos queda dejar los manguitos), Julia compartiendo la última aceituna con Martín y, por supuesto, sus caras al verme bajar del tren cuando me fueron a buscar a la estación.

A ti que estás al otro lado, busca tus pequeñas cosas por las que ha merecido la pena esta semana y ¡comparte!

La próxima semana más.