PAUTAS Y JUEGOS PARA LEER EN FAMILIA
A todos los padres nos
gustaría que nuestros hijos desarrollaran el
gusto por la lectura. En los libros hay aventuras, aprendizaje y
montones de diversión.
Pero la realidad es que,
unas veces por las prisas que nos arrastran y otras porque los niños no están
motivados, ni encontramos el momento, ni tenemos las ganas de ponernos manos a
la obra.
Sin embargo, el día a día
está lleno de momentos que podemos utilizar para fomentar la lectoescritura.
Aquí
os proponemos dos tipos de actividades: unas para cuando tenemos un momento
relajado y otras para hacer sobre la marcha.
CUANDO
TENEMOS TIEMPO…
Aquí aprovecharemos
para leer de forma relajada, por puro gusto, disfrutando, no solo de la lectura
sino del momento de estar con ellos.
¿Qué podemos hacer?
1.
Dejarles que elijan el cuento. Y de
la misma manera, dejar que cambien de cuento si uno no les gusta (aunque se puede
“chinchar” con preguntas como ¿a ver si ahora es cuando aparece el fantasma y
nos lo perdemos? para intentar que perseveren en el elegido).
2.
Compartir la lectura: repartir el
texto ayuda mucho en los primeros lectores.
3.
Repartir los personajes y hacer
voces diferentes: a los niños les gusta el teatro así que… ¡teatralicemos la
lectura!
4.
A veces es bueno dejar la lectura en
el momento más interesante para que salga de ellos continuar al día siguiente.
5.
Cerrar el libro en un momento
determinado e imaginar qué pasará después o preguntas sobre lo leído.
6.
Hacer dibujos sobre el cuento.
7.
Inventarnos un cuento entre todos (se
pueden seleccionar varias palabras que tengan que aparecer, mezclar personajes
de varios cuentos…): si se tiene tiempo se puede escribir pero si no, no es
necesario (recuerda que la literatura empezó como narración oral).
Y SI
NO TENEMOS TIEMPO…
Aunque
la intención es buena, el día a día nos atropella entre extraescolares, poner
lavadoras, hacer cenas, ayudar a los mayores con los deberes o atender a los
pequeños… Así que toca agudizar el ingenio y emplear esas tareas para nuestro
propósito. Os proponemos situaciones cotidianas a las que podemos sacar
partido:
1.
Traslados en coche: podemos ir
haciendo juegos de palabras encadenadas, deletreo, buscar carteles con palabras
con una letra concreta, pensar palabras que empiecen/terminen por una letra…
2.
Mientras haces la
comida/merienda/cena: como estás pendiente de la cocina, necesitarás un
secretario que te ayude con la lista de la compra (recuerda que los niños son
excelentes ayudantes).
3.
Medios de comunicación reales: a los
niños les encanta que lo que hacen sea útil para algo o para alguien así que
por qué no escribir una carta real a alguien o un whatsapp, una receta de
cocina o los números de teléfono de la familia.
4.
Ahora que estoy recogiendo los
cacharros/tendiendo la ropa/doblando calcetines…: iba a ponerme música pero
preferiría una buena historia… ¿me la vas leyendo tú?
5.
Si hay hermanos más pequeños o
incluso mascotas en casa también se puede aprovechar para que les lean: a los
primeros lectores les quita presión leer para alguien que sabe menos que ellos.
6.
¿Recordáis cuando en clase nos
mandábamos notitas? ¡Pues hacedlo en casa! Podemos comunicarnos por escrito y
enviarnos notas de amor, de deseos, de enfado, de propuestas y de protesta.
7.
¡Recordad! Objetivo: leer y
escribir.
Pensad
si los que estáis haciendo o diciendo en cada momento del día se podría leer o
escribir (en su totalidad o en parte). Seguro que se os ocurren muchas más
ideas.